Las empresas deben asumir la ética y la RSE por convicción estratégica

Las empresas deben asumir la ética y la RSE por convicción estratégica

“Hoy sabemos que buena parte de la imagen de una empresa procede de lo que ella dice que hace en favor de la sociedad. Pero, por encima de esta percepción pública, se impone la reputación, que es la valoración y el aprecio que los grupos de interés tienen acerca de la empresa, luego de comparar sus productos, servicios y comportamientos con otras empresas análogas. A esto le sigue el posicionamiento que representa la preferencia y selección del público como derivación de la comprobada reputación”.

El planteamiento fue realizado por el especialista en Responsabilidad Social Empresarial y profesor de la Universidad Metropolitana, Víctor Guédez, durante su presentación sobre “Ética Empresarial”, en el marco del programa Escuela de Liderazgo Gremial, que FEDECÁMARAS desarrolla a través de su plataforma Campus Virtual Empresarial (CVEF), una iniciativa de formación respaldada por la Oficina de Actividades para los Empleadores (ACT/EMP) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Guédez intervino en un foro con los participantes de este programa formativo, a quienes explicó que la ética es la confrontación de las decisiones personales con la conciencia.

“La ética no es todopoderosa. Es fundamental desde el punto de vista del desempeño empresarial, pero la ética por sí misma no va a resolver los problemas empresariales, ni los problemas personales. En una empresa, el éxito no va a llegar sólo por la ética. Se necesita también capacidad gerencial, liderazgo, enfatizó.

La ética en las empresas

Víctor Guédez agregó que la puesta en práctica de la ética en el ámbito de las empresas recibe el nombre de responsabilidad social empresarial (RSE) y que la compresión de la ética dentro del marco de la empresa se facilita al observar los cuatro planos que conforman la perspectiva de la RSE.

“El primer plano proporciona las razones que justifican la RSE y cubre tres aspectos: la empresa debe ‘retribuir’ lo que la sociedad le ha ofrecido para que nazca y crezca.

Además, debe ‘compartir’ las riquezas que la sociedad le ha facilitado y tiene que ‘compensar’ los impactos que sus operaciones producen en el entorno.

Le sigue el plano de los propósitos que persigue con su desempeño responsable, los cuales se identifican con la imagen, la reputación y el posicionamiento”.

Aseguró que la gente cree lo que las empresas dicen, pero dice lo que ellas hacen y termina por preferir lo que sus emociones captan.

“En concreto, la reputación determina el posicionamiento, y no al revés. La reputación incluso se ha convertido en el nuevo reinado que ha sustituido al de las marcas. En definitiva, puede establecerse que si la ética y la RSE condicionan la reputación, y si la reputación determina el posicionamiento, entonces la ética y la RSE son expresiones sustantivas de la estrategia empresarial”.

Cuatro planos a tomar en cuenta

El profesor universitario advirtió que en el tercer plano es donde aparece explícitamente la ética. Esto se comprueba porque los cuatro planos de la ética individual se replantean en cuatro planos del desempeño social de la empresa.

El primero de ellos: “No hacer daño” equivale a que la empresa genere empleo, pague impuestos y cumpla las leyes; el segundo que implica “hacer el bien” se traduce en la acción filantrópica de una empresa.

El tercero: “Crecer como consecuencia de hacer el bien”, se convierte en acciones de inversión social que convoquen la expresión de “enseñar a pescar” y “regalar la caña”.

Finalmente, el último de estos puntos: “hacer mejor al otro” se replica como integración social de la empresa, lo que se proyecta en creación de valor compartido y en negocios inclusivos.

El último plano corresponde con las finalidades de la RSE, en donde se perfilan las exigencias de sostenibilidad, cohesión social y calidad de vida. En este punto cabe señalar que, “el día que las empresas descubran las bondades de la ética y de la RSE, serán éticas y socialmente responsables por convicciones estratégicas”.

En síntesis, la RSE es la armonía de las relaciones de la empresa con todos los que esta se vincula: accionistas, trabajadores, proveedores, clientes, comunidad y con el medio ambiente.

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Precariedad en servicios básicos y falta de combustible afectan a más del 50% del parque industrial venezolano

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Los resultados de la Encuesta Cualitativa de Coyuntura Industrial correspondientes al IV trimestre del 2020 siguen evidenciando los bajos niveles de operatividad del sector manufacturero venezolano, que ya acumula 34 trimestres consecutivos de caída y un año de actividad reducida por la cuarentena decretada para frenar la propagación del COVID-19.

De acuerdo con el estudio que trimestralmente lleva a cabo la Confederación Venezolana de Industriales –Conindustria-, más de la mitad de las empresas consultadas reportan que sus niveles de utilización de la capacidad instalada están por debajo del 20.5%, cifra similar al mismo período de 2019, mientras que solo un 1,9% indica que su operatividad supera el 50%.

La encuesta revela que las empresas del sector se encuentran en modo supervivencia, puesto que el 87% de los establecimientos encuestados no presentaron crecimiento en lo que a inversiones se refiere.

Al igual que en los últimos períodos evaluados, el sector más afectado es el de las PyMes, donde se registró una mayor disminución del nivel de empleo, así como del nivel de producción, en unidades, respecto al mismo período de 2019.

En concreto, un 57% de la mediana empresa y un 63% de la pequeña reportó caídas en su producción.

De igual forma, la mayoría de los encuestados sostuvo que su cartera de pedidos disminuyó respecto al mismo trimestre de 2019 y un 69% reporta que, de acuerdo con su cartera actual, solo tienen garantizados dos meses de trabajo.

Durante el período octubre-diciembre 2020, tan solo un 31% de las industrias encuestadas reportó crecimiento en su volumen de ventas, al compararlo con el mismo lapso de 2019.

El estudio arrojó que el principal problema que las empresas identifican en sus negocios sigue siendo el bajo nivel de ventas, producto de las condiciones de poca demanda nacional observada en los últimos años.

Le sigue la falta de financiamiento, factor que se explica por la reducida capacidad crediticia de la banca venezolana.

Además, se suman la precariedad de los servicios básicos y la escasez de combustible para el transporte y operaciones, problemas que afectaron a más del 50% de las empresas durante este trimestre.

Coyuntura COVID-19

Con relación a la crisis por la emergencia sanitaria, casi una tercera parte de las empresas encuestadas afirmó que han tenido que recurrir a la reducción de su personal para mantenerse en equilibrio.

Además, entre los empresarios consultados, un 69% afirma que podrían honrar los compromisos salariales de nómina de sus empleados en un período mayor a 6 meses.

Finalmente, el 27% de las empresas afirma que pueden recuperar sus niveles de producción y operatividad, previos a la emergencia sanitaria, en un período menor a 3 meses. Un 24% de las empresas dice que ese período durará entre 6 meses y un año, pero otro 25% afirma que lograrían recuperar esos índices en 1 o 2 años.

La década perdida

Y para complementar aún más los datos que avalan el deterioro del parque industrial nacional, Conindustria reportó que durante los últimos 10 años (2011-2021), el PIB real del sector manufacturero nacional, se redujo en tal magnitud que la cifra descendió hasta -94%, proyectándose que, para el presente año, el aporte del PIB de la manufactura venezolana, será de tan solo un 5.7%, mientras que, en el año 1998, este indicador se ubicaba en 17%.

Asimismo, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística –INE- y de Conindustria, actualmente tenemos menos establecimientos industriales que los reportados en el año 1953, lo que evidencia la destrucción paulatina del aparato productivo, sintiéndose con mayor fuerza durante los últimos diez años.

Durante la década de los 50´s, se reportaban 2.564 establecimientos industriales, lo que se traducía en 5.46 empresas por cada 10.000 habitantes, mientras que a finales del 2020, se registran 2.121 establecimientos industriales (0.69 empresa por cada 10.000 habitantes).

Aquí puede consultar los detalles de la encuesta: PRESENTACIÓN-EC-IVTRI 2020-2021

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La superación de la crisis económica y social se logrará con acciones concretas, palpables y reales

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El Presidente de la Cámara de Comercio, Industria y los Servicios, La Cámara de Caracas, Leonardo Palacios, manifestó su preocupación por la sostenida práctica de registros y notarías, que viene lesionando los derechos fundamentales de propiedad, libertad económica, asociación, así como la seguridad jurídica, valor esencial del régimen económico y social constitucionalmente previsto en el artículo 299.

Palacios considera que representantes parlamentarios y gubernamentales han llamado a la búsqueda de acuerdos necesarios para la recuperación, reactivación y crecimiento económico, sin tener en cuenta que una de las determinantes más importantes para una política económica tendente a esos fines es la confianza. «De la confianza deriva la posibilidad de dar seguridad jurídica y eficacia a las transacciones entre los agentes económicos privados, entre ellos, y frente a terceros.

Para ello se requiere un servicio de registros y notarías, que esté al servicio del ciudadano como obliga la Constitución, la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, la Ley Orgánica de la Administración Pública y la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos, así como responder a los principios básicos en ella establecidos, entre otros, la honestidad, celeridad, eficacia, eficiencia y transparencia, todo en una estricta sujeción al ordenamiento jurídico, tal como lo establece el artículo 141 constitucional».

En la actualidad, los profesionales del derecho, los agentes económicos privados y empresas interesadas en seguir produciendo, distribuyendo y comerciando bienes y prestando servicios, vienen por distintos medios elevando su angustia cívica a través de los gremios, como la Cámara de Caracas, no solo por el retardo sino por las exigencias de cobros indebidos exigencias irracionales de tasas, sin justificación en la determinación de los importes, que derivan de las magnitudes económicas legalmente establecidas, o que difieren de lo previsto en la Ley de Timbres Fiscal «la cual, por cierto, está en la agenda legislativa anunciada recientemente».

Adicionalmente, son numerosas sus quejas y denuncias sobre retrasos injustificables en la tramitación, protocolización y autenticación de los documentos que instrumentan los negocios jurídicos celebrados por aplicación criterios que desconocen o violentan las disposiciones de los Códigos Civil y Mercantil, así como las leyes especiales, en abierto desconocimiento de la Resolución Nº 019 del Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores Justicia y Paz de fecha 13 de enero de 2014 mediante el cual se dictó el «Manual que establece los requisitos únicos y obligatorios para la tramitación de actos o negocios jurídicos en los Registros Principales, Mercantiles, públicos y las Notarías».

Para el presidente de la Cámara de Caracas la situación descrita, también contradice la instrucción dada por el Presidente de la República en alocución de fecha 26 de agosto de 2020, en la cual ordenó al Servicio Autónomo de Registros y Notarías (SAREN) y a su órgano de tutela simplificar, en el lapso de 30 días, todos los trámites para abrir empresas, así como cualquier otro que se realice en los registros mercantiles.

Palacios es firme en su posición en cuanto a que: en una democracia, cualquier búsqueda de concertación, definición de bases consensuales para la configuración de un sistema económico establece que propugne por el crecimiento y la estabilidad económica requiere del respeto de los derechos fundamentales, de la observancia del ordenamiento jurídico y la garantía innominada de la libertad de contratación que se impone por fuerza de la razón: la convención entre particulares están por encima de la discrecionalidad abierta expresada en formas compulsivas sin basamento legal que las impiden. La Constitución y las leyes que la ejecutan, favorecen tal preeminencia cuando tales manifestaciones de voluntad no las contraríen.

 «La superación de la crisis económica y social que atraviesa el país no se logra con simples manifestaciones de contrición discursiva y propósitos de enmienda coyunturales sin acciones concretas, palpables y reales. Los gremios empresariales asumen su responsabilidad de procurar la formalidad y propugnar por la recuperación económica, que los órganos de gestión asuman la suya, todos en beneficio del país».

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Sector productivo en el Zulia enfrenta un 40% de paralización económica

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Tras alcanzar 345 días en cuarentena, Fedecámaras Zulia advirtió este martes que el aparato productivo en la región se encuentra detenido en un 40%.

En la entrega de su décimo segundo informe desde que se decretó el estado de alarma por Covid-19 en el país, la institución resalta que existen sectores a quienes se les ha hecho imposible mantener su producción, comercialización o servicios con el esquema 7+7.

“Se hace necesario un cambio a una modalidad más productiva, que sea el consenso de los afectados, donde el resguardo de la salud, la seguridad y la productividad, sean el objetivo primario, lo cual redundara en mejoras colectivas”, reza el texto.

De igual manera, destacan que los racionamientos eléctricos y la escasez de diésel disminuyen aún más la capacidad de producción en la entidad.

“Ya empiezan a aumentar los retrasos en la entrega de productos terminados o materias primas a causa de las largas colas para obtener este combustible”, alertaron.

Fedecámaras Zulia reiteró la disposición del empresariado local para coadyuvar en la búsqueda de soluciones a los diversos problemas que afectan  a la población.

“Continuamos trabajando por un sector productivo fuerte, que a su vez genere bienestar a la población; nuestro mensaje es claro, no somos el problema somos parte de la solución”, enfatizaron.

Aquí puede leer el informe íntegro:EL ZULIA EN CUARENTENA XII

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