La Nación y la polarización política: ¿Es posible una transición en Venezuela?

La Nación y la polarización política: ¿Es posible una transición en Venezuela?

76° Asamblea Anual de Fedecámaras

Los politólogos Colette Capriles y John Magdaleno, participaron en el conversatorio, “La Nación y la polarización política”, moderado por Eduardo Garmendia, tesorero de Fedecámaras, en el marco de la 76° Asamblea del gremio empresarial.

Capriles afirmó que muchos “actores políticos  han perdido conexión con las complejidades de Venezuela”. Muchas veces los líderes políticos simplifican la situación para comunicar rápidamente sus puntos de vista, pero  le corresponde a  la sociedad avanzar en la comprensión de la complejidad de las realidades. “A nuestra opinión pública le gusta simplificar todo”, manifestó.

La politóloga afirmó que Venezuela ha cambiado mucho. Ha sufrido un proceso de deterioro suficientemente grave.

La polarización en Venezuela

La polarización en el país ha cambiado lamentablemente no para construir más puntos de encuentros sino para crear más fragmentación en nuestra sociedad.

Para Capriles el peligro fundamental no es la polarización; “es la separación, la fragmentación, la desinstitucionalización. No tenemos reglas de juego, donde antes sí teníamos”.

El impacto más grave de la desinstitucionalización está en la educación, en las relaciones de la sociedad.

Manifestó que en las sociedades democráticas, las relaciones están mediadas por instituciones, “al tener esta desinstitucionalización tan grave, lo que estamos teniendo es miedo del otro y eso es funcional para continuar en el estado actual, donde el gobernante controla el sistema político”. Tenemos que trabajar en la recuperación de nuestros vínculos. Recordó Colette Capriles, que muchos de los cambios en Venezuela han venido de arriba hacia abajo y es importante crear la horizontalidad de las relaciones.

Lo más importante de las transiciones no es cambiar los líderes políticos, es lograr el cambio en la sociedad. La democracia es una práctica diaria, agregó.

La inestabilidad, la incertidumbre, la arbitrariedad y la ausencia de reglas de juego, es lo que mantiene en el poder al gobierno, porque lo hace muy flexible.

Capriles destacó que el venezolano está muy aferrado a la paz y rechaza todo tipo de violencia.

Asegura que si aspiramos al cambio político, es necesario construir una respuesta, una ruta estratégica para el cambio, una reconexión entre los actores políticos y la sociedad.

Transición a la democracia

Por su parte, para el politólogo John Magdaleno, en los procesos transicionales debe existir la mayor inclusión posible; de lo contrario, se corre el riesgo incluso de una posible reversión autoritaria.

Aseguró Magdaleno que “la transición es un proceso más complejo de lo que uno se imagina”. Afirmó que para una transición a la democracia hay que pensar en cinco etapas:

  • Debilitamiento y disolución del régimen.
  • Cómo restituir las garantías (por lo general es una restitución gradual y progresiva).
  • Democratización (donde se instalan y reinstalan instituciones, esta fase termina en la celebración de elecciones libres)
  • Socialización cultural (donde los ciudadanos ponen en ejercicio las actividades democráticas)
  • Procurar las condiciones en las que se produce una consolidación democrática

Para cumplir con estas cinco fases es necesario que los actores dialoguen y se tomen un tiempo para discutirlas y entender cómo serán posibles.

No pueden dos partes llegar a un acuerdo o a un diálogo si dentro de esas partes hay fragmentación y polarización. “¿Cómo poder formar consensos, con contradicciones tan distantes dentro de los bandos políticos?”.

Antes de enfrentar a un adversario es necesario que se tenga un punto de encuentro claro, que dentro del seno de la oposición se llegue a un diálogo interno para luego ascender a un diálogo con el gobierno. “Hay una creciente distancia ideológica”,  añadió.

Afirmó Magdaleno que las variables domésticas son los verdaderos disparadores de los procesos de transición a la democracia.

Fue enfático al afirmar que la fuerza de poder es la gente; por lo tanto, ninguna estrategia puede dejar a los venezolanos por fuera.

Los dos elementos que se tiene a la mano en una negociación cuando no se está del lado del gobierno (que tiene las instituciones públicas y la base monetaria), son las elecciones y la movilización social (que es más que solo la protesta). Ambos elementos aún no se han puesto en juego en su totalidad y aunque parezca imposible, dominando uno de los dos, se puede facilitar el proceso de transición.

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CAF: «Tenemos la voluntad de trabajar con el sector privado y el sector público de Venezuela»

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“El rol de la empresa privada en la recuperación económica post pandemia”, fue el tema a desarrollar por Luis Carranza Ugarte, presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en la 76 Asamblea Anual de Fedecámaras.

“Estamos ante una gran recesión internacional, los estimados de caída del PIB mundial para este año están entorno al 5%”.

El Fondo Monetario Internacional estima que Estados Unidos tendría una caída en su PIB que ronda el 8%, la zona europea un 10% y América Latina tendría una caída de su PIB de entre el 9 y 9,5%.

“Hay que resaltar que todavía existe una gran incertidumbre sobre esto, porque el elemento esencial de riesgo que es la pandemia aún no está controlado”, indicó Carranza.

En el ámbito interno, el shock ha sido muy importante, porque ha significado una caída de la oferta y la demanda y porque tenemos grandes debilidades estructurales en nuestro sistema productivo, en la informalidad de la economía y en la brecha digital que ahora se ha visto más amplia y relevante, manifestó el presidente ejecutivo de la CAF.

Aseveró que la recuperación PIB per cápita puede tomar hasta el 2025, lo que significaría unos 5 años perdidos a nivel global. Va a depender mucho en el proceso de recuperación la solidez de las finanzas públicas y de los sistemas financieros.

El rol de la empresa en la recuperación post pandemia

El presidente ejecutivo de CAF explicó que la unidad de producción de bienes y servicios en una economía, es la empresa privada, y en función no sólo de cuánto empleo genera, sino de cuánta inversión produce y que tan eficiente es mezclando estos factores productivos, es que vamos a tener mayor o menor crecimiento.

“Nuestras empresas en América Latina están sufriendo por la restricción, pero también por la caída de demanda y se requiere en estos momentos una política monetaria. Si no tenemos políticas públicas definidas para reducir la desigualdad y la pobreza, vamos a tener vulnerabilidad política, porque las sociedades con alta desigualdad, tienden a ser sociedades con volatilidad”, añadió.

¿Cómo puede ayudar la CAF a Venezuela?

CAF básicamente es un banco de desarrollo que tiene la vocación de ser socio de los países. Tiene más de 50 años de vida institucional y tiene como finalidad de ser un apoyo para naciones.

Cuándo surge la pandemia en América Latina se puso a disposición de todos los países fondos de cooperación técnica no reembolsables, “en el caso de Venezuela, se otorgaron fondos por 750 mil dólares, canalizados a través de la OPS para atención inmediata de la emergencia” manifestó.

“Venezuela es importante no solamente porque es un país fundador, sino porque nuestra sede institucional está en Caracas y dentro de nuestra corporación late un corazón que es mitad venezolana”. expresó Carranza.

Indicó que la CAF está dispuesta y tiene la mejor voluntad de poder trabajar con el sector privado y el sector público para retomar la senda del crecimiento.

Añadió que ahora mismo se tienen operaciones de cooperación técnica que se están llevando adelante no solo en temas sanitarios, sino también en el fortalecimiento institucional de las confederaciones empresariales del país. Venezuela tiene créditos antiguos con la CAF que siguen vigentes y que en función de hitos que se completen, pueden seguir desembolsando para apoyar a la Nación.

Sin embargo, aseveró que son un banco de desarrollo que tiene como miembro a los países y dependen de lo que los países decidan, es por eso que “la realidad se impone” y la realidad es que algunos países en el directorio de CAF no reconocen al gobierno del presidente Maduro y reconocen al presidente Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional encargado.

“En CAF para hacer nuevos desembolsos de crédito que puedan apoyar un proceso de reconstrucción y de apoyo en la emergencia sanitaria, necesitamos un consenso mínimo en Venezuela para poder aprobar en el directorio un nuevo desembolso” explicó Carranza.

Afirmó que tienen la mejor voluntad de poder colaborar con el sector privado en Venezuela para recuperar el crecimiento económico.

Si las fuerzas políticas (gobierno y oposición) logran un consenso, para solicitar un crédito, la CAF estaría en condiciones para elevar al directorio un desembolso y aprobarlo.

En este sentido manifestó que Venezuela necesita de otras condiciones adicionales para acelerar el proceso de recuperación, pues desde su punto de vista no puede haber un cambio económico si no se da un cambio social significativo.

Otro aspecto que puede ayudar en la recuperación post pandemia es que se convierta en una nación atractiva para inversionistas. “Venezuela requiere estabilidad macroeconómica, seguridad jurídica y condiciones de bienes públicos. Esas son las tres grandes áreas que requiere un inversionista” finalizó.

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El costo de la paz: la experiencia colombiana con Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia y ganador de un premio Nobel de Paz, fue tema de análisis y discusión en la 76° Asamblea Anual de Fedecámaras que se realiza desde el martes 4 y hasta el viernes 7 de agosto.

 Santos en una intervención que contó con un distinguido panel de venezolanos, interesados por saber más detalles sobre la mediación en conflictos internos, destacó que una de las condiciones necesarias para alcanzar la paz en cualquier país y durante cualquier guerra, es que los vecinos y la región apoyen el proceso de paz.

Expresó que Colombia a comienzos de los años 90’ estaba en puerta de ser declarado un estado fallido, “una parte de Colombia estaba en manos de los paramilitares, otra tercera parte en manos de la guerrilla y el estado colombiano estaba débil y a la defensiva”, pero logró pasar de ser un estado fallido a ubicarse a la vanguardia de la región en muchos de los indicadores. “Fuimos el país que más redujo la pobreza en los últimos 10 años, logramos bajar la inflación al 3%, logramos crear más de 3 millones de empleos, hicimos una revolución de la infraestructura, entre otras cosas”, expresó el expresidente. 

Añadió que cuando un país quiere salir de los problemas, puede hacerlo, pero para eso hay que perseverar y nunca perder la esperanza.

“Yo tengo mucha fe en que Venezuela va a poder salir del deterioro actual y que tiene una oportunidad de oro porque se va a poder reconstruir”, para ser mucho mejor que antes, indicó.

Reformulación del progreso

En Colombia como en varios países de América Latina, muchas de las bases sobre las cuales se construye el desarrollo, no son lo suficientemente sólidas, “necesitamos economías mucho más compasivas”. Economías que generen mayor bienestar a la población, no solamente riqueza, por eso se necesita una redefinición de lo que quiere decir progreso.

“El progreso no es solamente aumentar el PIB, como el mundo lo ha definido desde hace 60 o 70 años, porque eso no mide la calidad ni el acceso a la salud, tampoco la calidad de la educación, ni los procesos ambientales, ni la equidad”, aseguró. El mundo tiene que aprovechar esta pandemia que desveló toda clase de debilidades estructurales en modelos de desarrollo para poderlos mejorar.

Intervención extranjera en Venezuela

Santos fue muy claro al expresar que ninguna mediación o proceso de transición debe ser determinado por un país extranjero, “a Venezuela no le pueden imponer de afuera ninguna paz, ni ningún modelo de desarrollo”, debe ser producto de los propios venezolanos.

Lo que necesita Venezuela se logra dialogando y encontrando los comunes denominadores que permitan a las dos partes, ponerse de acuerdo y alcanzar una transición pacífica, expresó.

“Venezuela no ha sufrido la violencia que ha sufrido Colombia”. Para Santos es imperativo evitar a toda costa una transición violenta y Venezuela lo va a lograr con la colaboración de las partes.

Ante una intervención militar extranjera, manifestó que sería devastador para el país. “Venezuela no es Panamá ni es Granada, es un país grande y serio. Las muertes serían innumerables y las heridas que dejaría como secuela, entre América Latina y Estados Unidos, tardarán generaciones en curarse”.

Durante la intervención de Juan Manuel Santos, moderada por el periodista Nelson Bocaranda, participaron Gerardo Blyde, abogado constitucionalista; María Eugenia Mosquera, fundadora y directora de Vale TV y Ricardo Cusanno, presidente de Fedecámaras.

Cómo vencer la desconfianza mutua en un proceso de negociación

La confianza en una negociación depende de pequeños gestos que van creciendo, indicó Santos. Gestos que pueden definir si el proceso continúa o debe finalizar. Estos gestos son determinados por la disposición de las partes de arriesgar. 

El líder político destacó que las comunicaciones en un proceso de negociación son muy difíciles de manejar. Recomienda que los involucrados hagan la mayor parte del proceso en confidencialidad y cuando esté maduro es cuando se debe hacerse público. “La guerra no se termina hasta que exista un acuerdo y nada está acordado hasta que todo esté acordado”, aseguró. 

“En la mente de quienes no quieren negociar hoy, hay grandes preocupaciones sobre donde van a estar en el futuro, por eso se debe llegar a un puente de oro, que permita alcanzar la transición, porque les toca hacer el balance, y pensar que les va mejor negociando que quedarse donde están”.

María Eugenia Mosquera, directora y fundadora de Vale TV, afirmó que la democracia, la libertad y la paz, no están garantizadas en ningún lugar del mundo”.  

Costo de una negociación de paz

En una negociación hay que marcar un límite y saber cuánto hay que sacrificar para conseguir la paz. En cualquier resolución de un conflicto siempre existirán grupos inconformes.

“Estos sacrificios en la negociación son productos muy pequeños, frente a los riesgos de continuar una guerra o un conflicto durante años”.  Según Santos no es impunidad, las condenas son menores y se corren más riesgos, pero estar en paz es mucho mejor que estar en guerra.

“Una cosa es firmar la paz y otra más larga y difícil es construir la paz”, afirmó Santos.

Empresarios en un proceso de diálogo para la paz

Para Juan Manuel Santos, el rol que juegan los empresarios es crear las condiciones para que las empresas y los gremios puedan prosperar, pero limitarse a eso y no formar parte de la política del proceso, porque los resultados pueden ser contraproducentes.

Destacó la necesidad de perseverar, perseverar y nunca perder la esperanza. “No hay conflicto que no tenga solución”, reiteró.

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Monseñor Baltazar Porras: Todos debemos ser los protagonistas de una nación incluyente y productiva

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El Cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas y Arzobispo de Mérida, afirmó en el Encuentro Empresarial de la 76° Asamblea Anual de Fedecámaras, que necesitamos superar la crisis que vive Venezuela y no puede ser a partir de la imposición de unos o de otros, sino que tenemos que ser incluyentes y rescatar el valor de la producción. No podemos seguir pensando que somos un país rentista.

Necesitamos sentarnos, conversar, somos seres racionales. “Yo no converso con quien quiero sino con quien me toca”. La superación de la crisis demanda ser incluyentes. En las últimas dos décadas no hemos sido capaces de superar la exclusión, de pensar “que cada uno puede por su lado, que tiene la verdad absoluta y si tiene poder la puede imponer”, esto lo que nos ha traído es más pobreza y falta de entendimiento entre las personas.

Debemos sentirnos todos involucrados, pero no a la fuerza. Necesitamos sentarnos y conversar; y así demostrar que no estamos en la simple búsqueda de intereses propios, indicó el Cardenal.

Baltazar Porras, aprovechó la oportunidad para felicitar a la empresa privada por intentar abrir caminos no solo para defender la industria, sino también el desarrollo de las personas.

Mientras no exista producción y trabajo, no podemos crecer como personas ni como instituciones, aclaró durante su presentación en la 76° Asamblea Anual de Fedecámaras.

Para el Cardenal, Venezuela necesita de la unión de todos los sectores. “Debemos despertar la verdadera esperanza. El milagro lo hacemos nosotros mismos, el milagro tiene que ser la capacidad de conjunción de auténticos valores que son los que nos llevan a la solidaridad y a un sentido mayor de la distribución de esa riqueza en la que cada uno tiene algo que aportar”, especificó.

Venezuela siempre ha sabido salir adelante. Debemos reconocer y corregir los errores y buscar los cambios necesarios y sentir que Venezuela es todos y no de un pequeño grupo.  “Es momento de buscar los caminos para construir la Venezuela que todos queremos que sea”.

Todos debemos ser los protagonistas de una nación incluyente y productiva.

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