Precariedad en servicios básicos y falta de combustible afectan a más del 50% del parque industrial venezolano

Precariedad en servicios básicos y falta de combustible afectan a más del 50% del parque industrial venezolano

Los resultados de la Encuesta Cualitativa de Coyuntura Industrial correspondientes al IV trimestre del 2020 siguen evidenciando los bajos niveles de operatividad del sector manufacturero venezolano, que ya acumula 34 trimestres consecutivos de caída y un año de actividad reducida por la cuarentena decretada para frenar la propagación del COVID-19.

De acuerdo con el estudio que trimestralmente lleva a cabo la Confederación Venezolana de Industriales –Conindustria-, más de la mitad de las empresas consultadas reportan que sus niveles de utilización de la capacidad instalada están por debajo del 20.5%, cifra similar al mismo período de 2019, mientras que solo un 1,9% indica que su operatividad supera el 50%.

La encuesta revela que las empresas del sector se encuentran en modo supervivencia, puesto que el 87% de los establecimientos encuestados no presentaron crecimiento en lo que a inversiones se refiere.

Al igual que en los últimos períodos evaluados, el sector más afectado es el de las PyMes, donde se registró una mayor disminución del nivel de empleo, así como del nivel de producción, en unidades, respecto al mismo período de 2019.

En concreto, un 57% de la mediana empresa y un 63% de la pequeña reportó caídas en su producción.

De igual forma, la mayoría de los encuestados sostuvo que su cartera de pedidos disminuyó respecto al mismo trimestre de 2019 y un 69% reporta que, de acuerdo con su cartera actual, solo tienen garantizados dos meses de trabajo.

Durante el período octubre-diciembre 2020, tan solo un 31% de las industrias encuestadas reportó crecimiento en su volumen de ventas, al compararlo con el mismo lapso de 2019.

El estudio arrojó que el principal problema que las empresas identifican en sus negocios sigue siendo el bajo nivel de ventas, producto de las condiciones de poca demanda nacional observada en los últimos años.

Le sigue la falta de financiamiento, factor que se explica por la reducida capacidad crediticia de la banca venezolana.

Además, se suman la precariedad de los servicios básicos y la escasez de combustible para el transporte y operaciones, problemas que afectaron a más del 50% de las empresas durante este trimestre.

Coyuntura COVID-19

Con relación a la crisis por la emergencia sanitaria, casi una tercera parte de las empresas encuestadas afirmó que han tenido que recurrir a la reducción de su personal para mantenerse en equilibrio.

Además, entre los empresarios consultados, un 69% afirma que podrían honrar los compromisos salariales de nómina de sus empleados en un período mayor a 6 meses.

Finalmente, el 27% de las empresas afirma que pueden recuperar sus niveles de producción y operatividad, previos a la emergencia sanitaria, en un período menor a 3 meses. Un 24% de las empresas dice que ese período durará entre 6 meses y un año, pero otro 25% afirma que lograrían recuperar esos índices en 1 o 2 años.

La década perdida

Y para complementar aún más los datos que avalan el deterioro del parque industrial nacional, Conindustria reportó que durante los últimos 10 años (2011-2021), el PIB real del sector manufacturero nacional, se redujo en tal magnitud que la cifra descendió hasta -94%, proyectándose que, para el presente año, el aporte del PIB de la manufactura venezolana, será de tan solo un 5.7%, mientras que, en el año 1998, este indicador se ubicaba en 17%.

Asimismo, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística –INE- y de Conindustria, actualmente tenemos menos establecimientos industriales que los reportados en el año 1953, lo que evidencia la destrucción paulatina del aparato productivo, sintiéndose con mayor fuerza durante los últimos diez años.

Durante la década de los 50´s, se reportaban 2.564 establecimientos industriales, lo que se traducía en 5.46 empresas por cada 10.000 habitantes, mientras que a finales del 2020, se registran 2.121 establecimientos industriales (0.69 empresa por cada 10.000 habitantes).

Aquí puede consultar los detalles de la encuesta: PRESENTACIÓN-EC-IVTRI 2020-2021

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“Ley Antibloqueo”: Una estocada más a la libertad económica en Venezuela

“Ley Antibloqueo”: Una estocada más a la libertad económica en Venezuela

La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) destacó que la Ley Antibloqueo es una norma totalmente distanciada de las causas que han originado la actual crisis económica y social en Venezuela, y su aplicación constituye una estocada más a la libertad económica en el país.

En un comunicado, la institución que representa a más del 80% de la industria manufacturera nacional, destacó que la “Ley” se perfila como un instrumento por encima de la Constitución, y que les confiere a las autoridades facultades muy superiores a las ya adjudicadas por vía de Estado de Excepción por la Emergencia Económica.

“Por todas estas razones, invocamos la nulidad de la citada “Ley”, en virtud de que los actos de ejecución de la misma podrían resultar lesivos para la nación y en especial para las empresas nacionales, ya que no contribuyen a generar, en modo alguno, la necesaria confianza para que los inversionistas vean a nuestro país como un destino seguro para sus capitales”, resaltaron en el comunicado.

Conindustria desestimó que la nueva normativa legal devuelva o reconozca derechos a los dueños de empresas expropiadas en los últimos 20 años.  

“Preocupa también que, en el marco legal recientemente aprobado, se pretenda, sin procesos de transparencia, la “reprivatización” de empresas que, en su oportunidad, fueron expropiadas o expoliadas, condenando las mismas a su paralización y posterior cierre, bajo un mecanismo de total opacidad y sin respeto a los derechos de defensa de la propiedad de sus legítimos dueños”, indicaron.

A continuación, el comunicado íntegro de Conindustria:

“Ley Antibloqueo”: Una estocada más a la libertad económica en Venezuela

Las autoridades de la República Bolivariana de Venezuela han aprobado vía Asamblea Nacional Constituyente la llamada “Ley Antibloqueo”, instrumento jurídico que, lejos de apoyar el resurgimiento del aparato productivo nacional, está divorciado de la difícil realidad que enfrenta la industria manufacturera nacional.

Desde Conindustria, y en total apego a la defensa de los intereses de nuestros afiliados, manifestamos nuestro más categórico rechazo a este dispositivo jurídico que contraviene de manera expresa nuestra Constitución, y obvia todos los pasos necesarios para que el mismo revista de la legalidad requerida.

La discrecionalidad se impone en esta “Ley” que fue aprobada por una Asamblea Nacional Constituyente que no está revestida de la potestad necesaria para ejercer funciones legislativas en ese ámbito.

Esta “Ley” confiere a las autoridades facultades muy superiores a las ya adjudicadas por vía de Estado de Excepción por Emergencia Económica, bajo la justificación de que es necesaria para contrarrestar los efectos de las llamadas “sanciones”.

Entre los objetivos descritos en el citado instrumento jurídico, resalta el de “(ii) Favorecer un desarrollo armónico de la economía nacional orientado a generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional y elevar el nivel de vida de la población”. 

Como gremio representante de más del 80% de la industria manufacturera nacional señalamos que tal objetivo luce totalmente distanciado de las causas que han originado la realidad actual de crisis.  Durante más de dos décadas, a través de otras regulaciones de carácter legal, impositivo y fiscal, ha ido incrementándose la hegemonía sobre el sector productivo, acorralando la libertad empresarial y poniendo freno a las libertades económicas expresadas en nuestra Carta Magna.

Los derechos del sector privado nacional son constantemente conculcados por estas disposiciones y la llamada “Ley Antibloqueo” se constituye en una muestra más de lo aquí señalado. Somos un país cada vez más pobre, con una población sumida en la más absoluta de las miserias y con un cementerio de empresas, sin la más mínima posibilidad de seguir aportando empleos dignos y calidad de vida para los habitantes de esta nación.

Por otra parte, la “Ley” faculta el ejercicio de un poder ilimitado, saltándose todas las vías y canales regulares que suponen sus límites y controles, poniéndose por encima del ordenamiento jurídico vigente, el cual puede incluso ser inaplicado discrecionalmente. Debido a ello, levantamos nuestras voces de alerta y protesta ante esta nueva arremetida en contra del Estado de Derecho, consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Preocupa también que, en el marco legal recientemente aprobado, se pretenda, sin procesos de transparencia, la “reprivatización” de empresas que, en su oportunidad, fueron expropiadas o expoliadas, condenando las mismas a su paralización y posterior cierre, bajo un mecanismo de total opacidad y sin respeto a los derechos de defensa de la propiedad de sus legítimos dueños.

Por todas estas razones, invocamos la nulidad de la citada “Ley”, en virtud de que los actos de ejecución de la misma podrían resultar lesivos para la nación y en especial para las empresas nacionales, ya que no contribuyen a generar, en modo alguno, la necesaria confianza para que los inversionistas vean a nuestro país como un destino seguro para sus capitales. Con su aprobación, se da una estocada más a la libertad económica en Venezuela

La propiedad privada sigue estando en peligro de extinción. Y con ella los sueños de millones de ciudadanos que tienen en el sector privado, especialmente en la industria, su principal y única fuente de sustento. Como venezolanos y como empresarios, nos preocupa el destino de este país y el de sus habitantes.

Acciones de este tipo no nos amilanarán, ni mucho menos revertirán las esperanzas de quienes nos atrevemos a continuar soñando con una nación próspera y productiva, para lo cual seguiremos luchando por la conquista de libertades económicas, el impulso al emprendimiento y la búsqueda de una mejor calidad de vida y bienestar para los venezolanos.

GCI / 19.10.2020

Fuente: Conindustria

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