Desde 1998-2022 los puestos de trabajo en el sector industrial se han reducido un 64.3%

Desde 1998-2022 los puestos de trabajo en el sector industrial se han reducido un 64.3%

Luigi Pisella, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), informó que en el año 1998 la industria generaba cerca de 1.492.000 empleos y el poder adquisitivo estaba ubicado en $360 al mes, hoy la industria genera cerca de 532.000 empleos de manera directa e indirecta.

En cuanto a la prórroga de la exoneración de pagos de aranceles de productos importados, Pisella indicó que la medida va en decremento la producción nacional, favorece a las economías de otras países, protege la industria y el empleos de otros naciones, al contrario de lo que afecta en Venezuela este decreto.

“Nosotros hemos venido conversando, desde hace mucho tiempo, con el ejecutivo y tratando de influir en ello de que este decreto ya cesase, incluso hemos tenido muchas reuniones con parte de ejecutivo y todos nuestros sectores para determinar cuáles eran los códigos arancelarios que están afectando a la industria nacional”

En una entrevista realizada en Fedecámaras Radio, el presidente de Conindustria denunció que las industrias venezolanas pagan aranceles e IVA por la materia prima que se usa en el país, en comparación con los productos importados, lo que se convierten en una competencia desleal contra la producción nacional.

Pisella mencionó que muchos de los productos que entran al país no cuentan con las normas de higiene o el etiquetado necesario para ser colocado en los anaqueles, lo que no permite al usuario conocer el producto que está consumiendo y todos sus componentes.

“Adicionalmente a ellos tenemos una sobreevaluación de la moneda muy pronunciada que afecta a la producción nacional»

Luigi Pisella indicó que la inflación de acuerdo a los datos del Banco Central de Venezuela (BCV) del año 2021 es de 686%, lo que se traduce en el porcentaje en el que subieron de precio los productos nacionales en promedio y la devaluación está menos del 50%, es decir, que los productos importados resultan más económicos.

Por último, afirmó que la industria se ha visto afectada en la capacidad instalada, debido a este decreto, actualmente está operando con una capacidad de 23%, indicando un leve crecimiento, pero en comparación de otros países de Sudamérica y años anteriores se encuentran muy atrás. En Brasil operan con un 80% de capacidad, Colombia con un 70% aproximado y Argentina 65%.

Botti: El socialismo del siglo XXI destruyó más de las dos terceras partes del entramado empresarial del país

Botti: El socialismo del siglo XXI destruyó más de las dos terceras partes del entramado empresarial del país

“El Estado venezolano ha sido  siempre  proclive  a  intervenir  en  el  funcionamiento  de  los  mercados  y  limitar la  actividad de las empresas. Pero, en los últimos 20 años, las amenazas y hechos reales en contra de la libre empresa en nuestro país han sido exponenciales. El denominado ´Socialismo del Siglo XXI´ ha destruido, por diseño ideológico, más  de  las  dos terceras  partes  del  entramado empresarial. Un largo y ruinoso proceso de intervención al funcionamiento del mercado, acompañado de una política de expropiaciones de forma compulsiva, colocó a Venezuela en los últimos lugares de la lista de países para hacer negocios y a la cola de las libertades económicas”.

El planteamiento corresponde al expresidente de Fedecámaras, Jorge Botti, durante su participación en el último módulo del programa Escuela de Liderazgo Gremial, que desarrolló el máximo organismo empresarial del país entre marzo y abril través de su plataforma Campus Virtual Empresarial (CVEF), una iniciativa de formación respaldada por la Oficina de Actividades para los Empleadores (ACT/EMP) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Botti, quien además intervino en un foro virtual con los participantes del programa, reiteró que “la libre empresa se soporta sobre dos pilares que son clave para su propia existencia y desarrollo a lo largo de la historia: la libre iniciativa y la propiedad.

La libertad personal para actuar, desarrollarse y crear, al margen y con independencia del poder, es la más pura esencia del desarrollo del ser humano y de la civilización como la conocemos”.

Y por otro lado el concepto de la propiedad está presente desde los grupos humanos más primitivos. “La defensa del territorio  o  del  producto  del  trabajo  es  parte  de  la  naturaleza  humana. No es posible imaginar la libre empresa sin la propiedad plena sobre los resultados o el producto del trabajo, del esfuerzo y de la creatividad individual o de un grupo humano organizado”.

Reducción de espacios a la libre empresa

El expresidente de Fedecámaras afirmó que la libre  empresa  marcó  una  huella  notoria en Venezuela durante las primeras siete décadas del siglo XX. 

Dijo que, de hecho, entre 1920 y 1978 la economía nacional mostró un vigoroso  y  continuado  crecimiento  con  muy  bajos  índices  de  inflación  y  una  alta  movilización  social,  de  manera  más  acentuada  en los primeros 20 años de la llamada “etapa democrática” (desde 1958 hasta 1978).

Pero es a partir de  la  nacionalización  petrolera  en  enero  de  1976 cuando el  Estado  venezolano  comienza  a  mostrar  una  vocación  cada  vez  más  intervencionista  en  la  economía. 

Se excluyó la  inversión  privada  nacional  en  la  principal  actividad  económica y motor del país (la industria de los hidrocarburos), y se abrió un período caracterizado  por  la  intervención  estatal,  la  fijación  de  precios  para  productos  considerados esenciales, y se suspendió la libre convertibilidad de la moneda a partir de 1983, con muy breves períodos de libertad cambiaria. “Bajo este modelo de capitalismo de Estado, los espacios de la libre empresa se ven cada vez más reducidos y la actividad económica es dirigida por el Estado”.

A nivel mundial, durante el  siglo  XX,  los  experimentos  totalitarios  representados  por  el  comunismo y el fascismo impusieron, desde distintas ópticas ideológicas, limitaciones a  la  actividad  empresarial. 

La socialización de  los  medios  de  producción,  propuesta  central del socialismo real y del comunismo, cercenaron de manera total la existencia de  la  libre  empresa. 

El fascismo,  por  su  parte,  si  bien  permitió  el  funcionamiento  parcial  de  las  empresas,  las  convirtió  en  un  apéndice  del  poder. 

Un  sector  privado  corporativista que responde al interés del Estado, de corte mercantilista y de espalda a la sociedad.

Un nuevo modelo

Botti aseguró que en estos momentos la democracia y la libre empresa enfrentan una nueva amenaza, al punto que se está dando un notorio retroceso en el número de países regidos por sistemas democráticos.

Desde la última década del siglo XX, señaló, han surgido sistemas que  podrían denominarse  “mixtos”,  en los cuales no existen las libertades políticas pero se mantienen espacios para economías de corte capitalista.

“El principal exponente de este modelo  es,  sin  lugar  a  dudas,  China.  Con  un  impresionante  desempeño  económico,  ha  sido  objeto  de  intensos  debates  que  ponen en duda la necesidad de la existencia de regímenes democráticos como único ambiente posible para el desarrollo de la libre empresa.

Esta realidad, conjuntamente con  los  retos  que  representa  la  denominada  4ta  Revolución Industrial, caracterizada por la disrupción en los patrones de producción, de comercio y de consumo de la humanidad, significan tal vez el reto más importante para el futuro de la libre empresa y la democracia”

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