Aprobación de plan de vacunación y eliminación del esquema 7+7 permitirá reactivar parte de la producción industrial

Aprobación de plan de vacunación y eliminación del esquema 7+7 permitirá reactivar parte de la producción industrial

Durante el primer trimestre del año, el 70% de las empresas encuestadas mantuvieron su operatividad por debajo del 20%

Aprobar el esquema de vacunación complementario para los trabajadores de la empresa privada y sus familiares, propuesto por Fedecámaras, así como la derogación del esquema 7+7, son algunas de las propuestas que el gremio industrial venezolano insiste en hacer al Ejecutivo Nacional, para reactivar parte de la producción nacional.

La Confederación Venezolana de Industriales –Conindustria-, en la voz de su vocero principal, Adán Celis, presidente de ese gremio, insistió en la necesidad de reactivar el aparato productivo nacional, el cual se encuentra en situación crítica, la cual se ha agudizado como consecuencia de la crisis sanitaria y de la falta de políticas de estímulo que permitan apuntalar al despegue de la industria venezolana.

Pese a que las cifras siguen evidenciando una caída sostenida en la productividad del sector manufacturero, la industria venezolana mantiene sus esfuerzos por ofrecer a sus colaboradores mejores condiciones salariales que contribuyan con su bienestar y calidad de vida.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Cualitativa de Coyuntura Industrial correspondiente al I trimestre del 2021, el promedio de remuneración para los trabajadores del sector manufacturero formal se ubica en $78 para obreros y operadores; en $172 para profesionales y técnicos y en $414 para gerentes de empresa.

Este promedio aumenta en el caso de grandes empresas y disminuye considerablemente en la pequeña industria, que sigue siendo, en términos generales, la más afectada por factores como la baja demanda y la escasez de combustible, los cuales lideran la lista entre los que más impactan la producción nacional.

– Operatividad cae por debajo de 20% –

El estudio que trimestralmente lleva a cabo Conindustria mostró que el promedio de la utilización de la capacidad instalada en el primer trimestre del año fue de 18,8%, como resultado de que el 70% de las empresas encuestadas mantuvieron su capacidad por debajo del 20%.

Solo los subsectores industriales como alimentos, químico-farmacéutico y envases plásticos, priorizados en el contexto de emergencia de la pandemia del COVID-19, presentaron una utilización de su capacidad instalada por encima del 20%.

De esta forma, la capacidad utilizada en la industria encadena 8 años consecutivos en descenso y, en términos reales, la utilización de los factores productivos se ha reducido en 68% desde finales de 2012.

– Producción e inversiones con signo negativo –

De acuerdo con los resultados de la encuesta, solo el 23% de las empresas consultadas experimentaron un aumento en su producción. La pequeña industria es la más afectada en este indicador: 69% reportó que sus niveles de producción disminuyeron.

En ese sentido, la industria manufacturera privada promedia un índice de producción de -30,3% en los últimos 8 años, registrando 36 trimestres consecutivos en negativo.

De igual forma, durante este período se evidenció que el nivel de las inversiones en la industria privada continúa disminuyendo. El 51% de las empresas reportó una caída en este ámbito.

En cuanto a la pequeña empresa, el 60% no realizó inversiones durante el periodo consultado, lo que evidencia la debilidad financiera de este sector.

El comportamiento de la inversión en lo que resta del año no varía respecto a trimestres anteriores: 69% de las empresas destinará sus gastos a inversiones operativas y de reposición de inventarios.

– Falta de combustible incrementa su impacto –

La escasez de diésel continúa siendo un factor crítico que ha impactado negativamente en las actividades productivas y del transporte de mercancías.

Durante el período enero-marzo 2021, la falta de combustible para las operaciones fue el segundo factor que más impactó en la fabricación de productos, solo por detrás de la baja demanda nacional.

De hecho, el 74% de las empresas encuestadas afirma haber pagado a precios no oficiales para la adquisición de ese combustible

Además, se suman los excesivos tributos fiscales y parafiscales y la precariedad de los servicios básicos, factores que afectaron a más del 50% de las empresas durante este trimestre.

– Coyuntura COVID-19 –

Con relación a la emergencia sanitaria decretada por la COVID-19, para inicios del año las empresas encuestadas reportan un promedio de 36% de afectación en su operatividad y productividad.

Ello representa un nuevo incremento con respecto al trimestre anterior, cuando se ubicó en un 32%.

En ese orden, el 77% de las empresas encuestadas afirman que pueden recuperar sus niveles de producción y operatividad, previos a la emergencia sanitaria, en un período entre 3 meses y 2 años, mientras que solo el 23% de las empresas dice que ese período durará menos de 3 meses.

Aquí puede consultar con mayor detalle la encuesta: PRESENTACIÓN EC ITRI 2021-30-6-2021

Nota de prensa

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Los resultados de la Encuesta Cualitativa de Coyuntura Industrial correspondientes al III trimestre de 2020 reflejan la grave situación económica por la que atraviesa el país, marcada por una drástica caída del poder adquisitivo y de una fuerte devaluación de la moneda nacional, factores que se han acentuado en medio de la emergencia sanitaria que obligó a paralizar la actividad productiva durante varios meses.

Adán Celis, presidente de Conindustria, ofreció los resultados de la consulta, durante un encuentro con los medios de comunicación social, e indicó que las erradas políticas económicas, están ocasionando una verdadera debacle en el sector manufacturero nacional.

De acuerdo con el estudio que trimestralmente lleva a cabo la Confederación Venezolana de Industriales, el promedio de utilización de la capacidad instalada en este trimestre fue de 22,2%.

Sin embargo, el 57% de las empresas encuestadas indicaron que mantuvieron su operatividad por debajo del 20%.

En ese sentido, solo destacan los sectores priorizados de alimentos, bebidas y tabaco, que registraron una operatividad del 36,4%, así como el sector químico y farmacéutico, cuya utilización de su capacidad operativa rondó el 21,8%.

En este trimestre, la baja demanda nacional se mantuvo como el factor que más impactó la fabricación de productos, seguido de la escasez de combustible para transporte y operaciones, así como la precariedad de los servicios básicos.

Como ha ocurrido en trimestres anteriores, la pequeña empresa sigue siendo la más afectada. En lo que respecta a inversiones, el 79% de este sector manifestó que estas fueron menores respecto al mismo período del año pasado.

Además, el 73% de la pequeña empresa no realizó inversiones durante el tercer trimestre del año, mientras que el 69% del sector de la gran empresa invirtió mayormente en mantenimiento e inventarios.

Pedidos a las industrias

En cuanto a la cartera de pedidos, el informe refleja que el 66% de los empresarios encuestados indicó que fue menor respecto al mismo período del año anterior.

En ese orden, el 69% manifestó que, con su actual cartera de pedidos, solo tienen asegurado entre cero y dos meses de trabajo.

Asimismo, el 42% de los consultados reportó que el nivel de empleo disminuyó respecto al III trimestre del año pasado. En este indicador, destaca el sector de la gran empresa, pues el 63% registró una caída en sus puestos de trabajo. Por su parte, el 35% de las empresas encuestadas estiman que mantendrán sus niveles de producción.

Casi una tercera parte (28%) considera que podrá aumentar su producción para el año que viene, mientras que el 32% estima una disminución. En ese sentido, al medir las percepciones basadas en la producción puede evidenciarse la sostenida pérdida de capacidad transformadora en la industria nacional producto de las condiciones económicas.

La manufactura promedia un índice de producción de -30,8 en los últimos 8 años, registrando 33 trimestres consecutivos en negativo.

– Coyuntura COVID-19 –

De acuerdo con los industriales encuestados, en el tercer trimestre el promedio de afectación de la operatividad de las empresas debido a la emergencia nacional por el COVID-19, aumento a 36,9%, lo que evidencia un incremento en las dificultades del sostenimiento de las mismas.

El cierre de líneas de producción, así como la reducción de personal han sido las principales acciones tomadas por los empresarios para mantener el equilibrio económico durante la emergencia nacional. Un tercio de las empresas encuestadas afirman que pueden recuperar sus niveles de producción y operatividad, previos a la emergencia sanitaria, en un período menor a 3 meses.

Otro tercio (29%) de las empresas dice que ese período durará entre 6 meses y un año, mientras que el 25% restante afirma que lograrían recuperar esos niveles en un lapso comprendido entre 3 y 6 meses.

Entre las estrategias de adaptación a la coyuntura de la emergencia sanitaria debido al COVID-19, las empresas han optado por establecer protocolos de bioseguridad en sus establecimientos industriales y oficinas, así como la organización del teletrabajo como las medidas más importantes para evitar la propagación del virus.

Aquí puede visualizar con detalle la encuesta:Presentacion-EC-ITRI-2020-Prensa

Con fotografía de Minuta Agropecuaria

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