La inamovilidad laboral ha sido totalmente perjudicial y el gobierno sigue sin entender esa realidad

Ene 16, 2019

Carlos Larrazábal, presidente de Fedecámaras, afirmó que la ley –que cumplió 16 años en 2018– es una de las causas que llevaron a transnacionales a tomar la decisión de irse de Venezuela. No pudieron mantener la nómina con un flujo de caja mermado que no daba para honrar los compromisos

La inamovilidad laboral cumplió el año pasado 16 años, que estuvieron marcados por un aumento del “parasitismo laboral” y desestímulo la productividad, según Conindustria. Además, no impidió la pérdida de más de 300.000 puestos de trabajo entre 2017 y 2018,

Carlos Larrazábal, presidente de Fedecámaras, asegura que la ley ha sido totalmente contraproducente para el desarrollo económico del país. Añade que en vez de incentivar el trabajo, el esfuerzo y la productividad, ha hecho todo lo contrario, por ejemplo, que los trabajadores lleguen a las empresas y no cumplan con su tarea.

Sin embargo, indica que las compañías no pueden tomar ningún tipo de medida disciplinaria porque desde hace tiempo la Inspectoría del Trabajo no califica despidos, ni siquiera cuando hay pruebas de violación de las normas de trabajo como robos, destrucción de activos o cualquier otro caso evidente que incluso esté registrado en un video grabado por el sistema de seguridad de la empresa. Esto sucede a pesar de que el decreto establece que la causa del despedido debe ser calificada previamente por un inspector.

“La inamovilidad ha sido totalmente perjudicial y el gobierno sigue sin entender esa realidad y la maneja como un tema estrictamente político y populista”, expresa. “El gobierno solo le aplica la ley al sector privado, porque hemos visto que trabajadores de la administración pública son botados indiscriminadamente cuando protestan o manifiestan una opinión contraria”.

Larrazábal considera que incluso esta ley es una de las causas que llevaron a transnacionales a tomar la decisión de irse de Venezuela. No pudieron mantener la nómina con un flujo de caja mermado que no daba para cumplir con los compromisos.

“Hay muchas empresas que si están en riesgo de cerrar tienen que tener un flujo de caja necesario para mantenerse, y a veces la decisión dolorosa es reducir la nómina entre 10% y 15% para garantizarle el trabajo a 85% o a 90% de los empleados”. Leer más

Fuente: Descifrado

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