Comunicado de Conindustria

Abr 15, 2020

Los industriales venezolanos al país:

A raíz de los resultados arrojados por la última Encuesta de Coyuntura Industrial de Conindustria, correspondiente al IV Trimestre de 2019 (octubre-diciembre), y de cara a la situación económica actual de Venezuela, la cual se ha visto exacerbada por la cuarentena impuesta por el Gobierno ante la pandemia Covid-19, urgimos a los actores políticos para que se logre efectivamente la conformación de un gobierno de emergencia nacional que establezca los planes que den respuesta efectiva y eficiente a las verdaderas causas de los problemas.

Se precisa de un equipo humano que se deslastre de ambiciones políticas y que entienda que todos juntos y en total conciencia del ingente estado de necesidad y calamidad por el cual atraviesa una inmensa mayoría de la población, podamos trabajar y propiciar mejores condiciones de vida para nuestros conciudadanos.

Es bien sabido que la industria nacional, desde hace más de dos décadas, viene sufriendo los embates de la imposición de erráticas políticas de corte económico, lo que se ha reflejado en el vertiginoso descenso de la capacidad operativa, la cual actualmente se sitúa en 21% y sin la más absoluta expectativa de crecimiento en el corto o mediano plazo.

La significativa disminución en la demanda, según señala el 70% de los participantes en este estudio, como consecuencia de la deteriorada capacidad de compra del venezolano, ha sido una de las razones por las cuales los resultados de esta encuesta nos permiten afirmar  que unos 400 establecimientos industriales cesaron sus operaciones durante el pasado año. Ello se tradujo en la reducción de nuestro parque industrial a no más de 2.145 instalaciones al cierre de 2019, cuando hace dos décadas contabilizábamos más de 13 mil empresas manufactureras.

A lo anterior,  agregamos que:

  • El 43% de los industriales consultados en esta esta Encuesta de Coyuntura Industrial (IV Trimestre de 2019), indicaron que con la actual cartera de pedidos, sus empresas no podrán sobrevivir más allá de 1 año, es decir que más establecimientos industriales pudieran no seguir operando. Importante recalcar que esta medición es anterior a la irrupción de la pandemia.
  • En consecuencia, continúa la pérdida de empleos directos e indirectos, con lo cual se quedan sin sustento miles de hogares venezolanos.
  • Permanece la economía “de puertos”, con la exoneración de aranceles e impuestos a unos 3.289 productos finales.
  • La falta de financiamiento bancario, con una tímida e inefectiva disminución del encaje legal de un 7%, sumado a la voracidad fiscal y tributaria, cuyos porcentajes y periodos de cobro se mantienen intactos, a pesar de las circunstancias generadas por la pandemia.
  • La cada vez más preocupante falta de combustible, con lo cual tiende a paralizarse totalmente la cadena productiva nacional, ante la imposibilidad de traslado de nuestros colaboradores hacia sus lugares de trabajo; la materia prima hacia las industrias y los productos terminados desde los centros de producción hasta los centros de consumo.
  • El impacto que tendrán en el ya deteriorado parque industrial del país, las inmensurables consecuencias socioeconómicas que, en el ámbito mundial, viene acarreando la pandemia y que afectará a la ya golpeada economía venezolana.

Es preciso apoyar la generación de un clima en el cual se respire paz, confianza e institucionalidad. Edificar el ambiente propicio para que los inversionistas nacionales y foráneos recuperen la confianza y coloquen sus capitales en Venezuela. Es preciso ofrecer oportunidades de trabajo y el acceso a una vida digna, de calidad, a cada uno de los venezolanos que día a día trabajamos para un mejor país.

Necesitamos reconstruir a esta gran nación, lo cual solo se logrará si se constituye un gobierno de emergencia, que provenga de un gran acuerdo nacional para manejar la situación de urgencia del país y el rescate de las instituciones democráticas.

Solo así, con un cambio en  lo político, económico y social, podremos salir airosos de esta difícil coyuntura. Los industriales venezolanos estamos dispuestos a participar, firme y decididamente, como lo hemos venido haciendo, en el restablecimiento de una sociedad en la cual la justicia, la libertad, la igualdad de oportunidades, el respeto y los valores democráticos sean los pilares fundamentales.

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